EUROPA
PRESS
5
diciembre 2017
La rotura del implante de silicona o
caída de piel son algunos de los casos que propone el doctor Federico Pérez de
la Romana, cirujano plástico y estético, para someterse a una segunda
intervención de aumento de pecho, pues esta se puede ver influenciada con el
paso del tiempo, la vejez de los implantes o la actividad física.
"La principal dificultad radica en que en muchas
ocasiones, no se tiene toda la información acerca de la primera cirugía y nos
encontramos con cicatrices internas o externas no deseadas", ha comentado
el doctor Pérez de la Romana.
Por ello, se deben someter a una segunda cirugía en
caso de una contractura capsular, es decir, si presenta endurecimiento de la
mama, dolor o cambio de forma años después de la primera cirugía.
Así como si la prótesis se ha movilizado por causas
accidentales o por un mal diseño del bolsillo protésico, tanto en la cirugía
original, después de grandes adelgazamientos o si desea más o menos volumen del
que tiene o si la forma no es la que se desea.
Por otro lado, entre las recomendaciones del experto
para que estas complicaciones no se produzcan y las prótesis duren el mayor
tiempo posible se encuentra ponerse en manos de un cirujano plástico reparador
y estético experto en mamas, que garantice con su experiencia el buen resultado
de la intervención.
En segundo lugar, elegir el tamaño de prótesis en
base a la complexión corporal de cada paciente y también a los gustos y
preferencias. Por último que dichos implantes estén garantizados de por vida.
Otras opciones
Por otro ello, el experto apunta que las prótesis
ergonómicas consiguen "un resultado mucho más natural, tanto a la vista
como al tacto", debido a la inferior cohesividad
del gel, que permite una variación en su forma, dependiendo de la posición de
la mama.
Así, si la paciente está de pie, la prótesis tiende a
adoptar una forma más anatómica, y si está tumbada tiende a distribuirse mas
lateralmente, "dejando atrás la imagen tradicional de excesiva proyección
de las prótesis".
Además incorporan un microchip para dar información
de la temperatura, la presión y la radiación de la piel o de la glándula, en
personas que ya hayan sido sometidas, incluso a tratamientos por cáncer.
La otra técnica que ofrece el doctor es el lipofilling, que consiste en la transferencia de grasa
propia tomada de otras partes del cuerpo a las mamas.
"Esta técnica, puede elegirse para la primera
intervención de aumento o reconstrucción de mamas, pero es también una opción
muy indicada para la mayoría de las complicaciones que hemos mencionado
anteriormente".